El café mejora la función cerebral y minimiza el déficit de atención

Diferentes entidades de investigación europeas han realizado un estudio para establecer los efectos de la ingesta de cafeína durante el día. La investigación quiere probar si el consumo de café durante una semana laboral ayuda a contrarrestar el impacto de sueño inadecuado en la atención y el rendimiento cognitivo de las personas.

El 80% de la población mundial que consume cafeína a diario la obtiene del café. Aun así, el efecto en las personas puede ser distinto. En este estudio se ha tenido por primera vez en cuenta el gen que nos hace más o menos sensibles a la cafeína, el ADORA2A. Los estudios genéticos realizados en la última década han revelado que este gen condiciona los efectos de la cafeína en los individuos. Un aspecto clave de la investigación ha sido la inscripción selectiva de los participantes.

El café ayuda a contrarrestar la falta de un sueño adecuado pero no lo sustituye

Los 26 sujetos se asignaron de forma aleatoria en dos grupos: “café regular” i “café descafeinado”. En ambos casos se siguió el patrón de distribución de consumo en el tiempo, pero recibiendo un tipo u otro de café. Durante los 5 días que duró el estudio, se limitó el sueño de los participantes a 5 horas por noche.

Para controlar los efectos de la cafeína, los sujetos calificaron su somnolencia subjetiva y realizaron diferentes ejercicios de atención dónde se analizó su estado de alerta, capacidad de concentración, memoria de trabajo y algunas funciones subjetivas de orden superior.

Las conclusiones de este estudio secundan la premisa, ya que el café normal ayudó a contrarrestar el impacto de la pérdida de sueño en comparación con el café descafeinado. Las respuestas a las tareas del grupo de café regular fueron más eficientes, precisas y rápidas. 

Los resultados sugieren que el consumo de café puede ayudar a contrarrestar las deficiencias de atención inducidas por la falta de sueño en personas “genéticamente sensibles” a la cafeína. Aun así, los especialistas remarcan que un café no puede sustituir un sueño adecuado. El mismo estudio demostró que a partir del quinto día de restricción de sueño, el rendimiento ya no difirió entre los dos grupos de café.

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