El viaje que emprende desde la selección de la semilla hasta la taza

Para que el café tenga un aroma y una textura especiales es necesario un largo proceso. Desde la misma selección de la semilla pasando por la cosecha hasta llegar al tueste influye en el resultado final. Esto lo sabe bien cualquier barista profesional que siempre busca cómo sorprender a los clientes con la mejor selección de esta bebida.

Hay que prestar atención a un gran número de factores que influyen de forma considerable, como la limpieza, la clasificación, el secado o el descascarillado, entre otros. ¡Conoce los secretos del viaje del café hasta que llega a tu taza!

La semilla y la siembra del café

Si te gusta tomarte un buen espresso, tendrás curiosidad por saber cómo se desarrolla la siembra del café, el origen del café de especialidad tiene que ver con la semilla y su cultivo.

La semilla

La elección del fruto es muy importante, porque determinará las características del cultivo, la calidad y el sabor. Lo normal es que tenga una certificación del país de origen y por algún organismo agrícola que garantice la autenticidad. Lo más habitual es encontrarnos con dos conocidas semillas: la arábica y la robusta. En el primer

caso, nos referimos a un grano muy popular en el mundo por su sabor suave y cafeína moderada. Mientras que la variedad robusta tiene un sabor más intenso y el doble de cafeína.

La climatología

La temperatura cumple un papel muy importante porque mantiene el cultivo libre de patógenos. Lo ideal es que no sea mayor a los 23 °C, porque el cultivo podría presentar complicaciones en temperaturas más elevadas.

Además, las precipitaciones también son determinantes para el bienestar del cultivo. Un exceso de lluvia podría dañar las raíces del café e incluso causar que se pudra.

Por otro lado, tenemos la humedad, otro factor importante para la siembra del café, porque de esto dependen las enfermedades como la roya y el ojo de gallo.

La altitud del terreno

Esta es otra de las características principales a la hora de cultivar en una zona en concreto. Por ejemplo, la altitud sobre el nivel del mar controla el clima y la humedad. Es por esto que se recomienda que esté por encima de los 6500 metros sobre el nivel del mar.

El proceso para lograr un buen café 

Antes de conseguir un buen café, hay que conocer cada una de las fases necesarias para que podamos degustarlo. Por lo tanto, vamos a ofrecerte todos los detalles de cómo se lleva a cabo el procesado del café.

La recolección

El primer paso para el procesado del café es recoger el fruto del arbusto siempre y cuando las cerezas o bayas tengan un color rojizo o amarillento.

Se puede hacer de modo manual a través del método de respaldo o despalillado con un barrido de las ramas del cafeto y separando las impurezas que han ido cayendo. O también se puede emplear la tracción mecánica, que es lo más habitual para los productores de café.

Despulpar el fruto

Según se van recolectando las bayas, hay que eliminar los residuos y las capas que envuelven el grano. A este procedimiento se le denomina despulpado y es como se obtiene el café verde. Pero se pueden emplear varios métodos y según la elección, varían la calidad y el coste.

Método por vía seca: Esta opción es la más antigua y sencilla, porque requiere de poca maquinaria. Casi todos los cafés robusta se procesan con esta técnica, que no es aconsejable en zonas con humedad atmosférica elevada. Se logra un café con cuerpo alto, acidez baja y sabor exótico.

Método por vía húmeda: Para realizar la extracción de café se requiere de un equipo específico y grandes cantidades de agua. Este tipo de café es de mejor calidad y mucho más caro. Por lo tanto, el café lavado se caracteriza por su sabor frutal, cuerpo ligero y acidez intensa.

El envasado y transporte

En la clasificación del café influye principalmente su tamaño, porque de este dependerá el número de sacos para que el transporte y el almacenamiento sean más sencillos.

El tostado y envasado

Esta es la última fase, que se caracteriza principalmente porque el grano del café toma la forma necesaria y ofrece un buen sabor. Normalmente, el tostador mezcla las variedades en función del gusto del consumidor local. 

Aquí también influye el tipo de material que se emplee en el paquete o packaging. Los cafés Mahogany están envasados en formatos de 250g en atmósfera protectora para conservar al máximo la calidad del producto. 

Todo lo expuesto en este post es una información con la que cuenta cualquier profesional del mundo del café. Por lo tanto, si tienes dudas, ponte en contacto con Mahogany Specialty Coffee, y con mucho gusto te atenderá un barista cualificado.

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