Costa Rica es un país con una tierra que ha favorecido las plantaciones de café en sus distintas regiones. Cualquier barista sabe que una taza de esta variedad es sinónimo de calidad. La mayoría del grano proviene de la especie arábica y se recolecta de forma manual para procesar solo el fruto maduro.
Un café de especialidad como este solo es posible gracias a una serie de factores. La posibilidad de degustar una taza balanceada se relaciona con el clima, la altitud, el tipo de suelo y una minuciosa selección. A esto se unen la sostenibilidad y la diversidad biológica de los cafetales.
El café de Costa Rica, el mejor del mundo
La mayor parte del café que se produce en Costa Rica proviene de las variedades Caturra y Catuai. Esto favorece un grano de mayor calidad y una taza con características propias. El sabor, el cuerpo y el aroma han logrado que hasta el propio papa Francisco haya destacado este grano como «el mejor del mundo» en la Conferencia Episcopal de Costa Rica que tuvo lugar varios años atrás.
El café se cultiva en suelos fértiles cuyo origen es volcánico, ya que cuenta con las condiciones ideales para su producción. Más del 80 % de las plantaciones están situadas entre los 800 y 1600 metros de altitud, unas zonas cuyas temperaturas rondan entre los 17 º y 28 ºC.
Los productores de café usan tecnología bastante avanzada desde hace años, lo que les ha permitido adaptarse a las características de cada zona. Además, cada región ha firmado un Convenio de Mejoramiento de la Calidad. Un documento en el que se comprometen a procesar solo la fruta madura para conseguir mejorar la calidad de cada taza.
Además, una de las principales metas de este sector es seguir aumentando las exportaciones en el mercado gourmet. La idea no es sacar el mayor volumen de producción, sino la mejor calidad como un valor agregado. Esto les permite participar en los mercados que se disputan los mejores cafés del mundo.
Características del café de Costa Rica
La historia del café de este país está ligada a la calidad. La amplia variedad de microclimas de los que goza esta tierra y la riqueza mineral de sus suelos garantizan un cultivo exclusivo. Por lo tanto, vamos a ahondar en las características del café de Costa Rica para saber por qué nos impresiona tanto.
Bondades del suelo
La parte central del país es la principal productora de café en Costa Rica. Estas tierras están enriquecidas con sedimentos volcánicos, por lo que el café presenta una acidez y un gusto dulce y balanceado en la mayoría de los cultivos.
De hecho, el café fue declarado el 28 de julio del 2020 como décimo quinto símbolo patrio del país en lo que tiene que ver con el desarrollo económico, social y cultural.
Selección manual
El Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE) implementó el Plan Nacional Cafetalero en el 2001 para mejorar las condiciones en las que se produce y comercializa este café. Por lo tanto, en sus ocho zonas de producción (Brunca, Tres Ríos, Orosi, Tarrazú, Turrialba, Valle Central y Occidental y Guanacaste) se usa la recolección manual.
La variedad Caturra es una de las preferidas y se caracteriza por ser de porte bajo, tener los entrenudos cortos, las ramas laterales abundantes y el tronco grueso. Esto da lugar a una planta vigorosa y fuerte.
Café sostenible
Otra de las principales diferencias con el resto de cafés del mundo es la sostenibilidad. Los productores de café se han preocupado por usar productos que no dañen el medioambiente. La gran demanda y los altos precios del café orgánico han dado lugar a que haya más cultivos bajo esta modalidad.
Muchos cafetales de Costa Rica utilizan la sombra intercalada. Consiste en la descomposición de las hojas para devolver al suelo la materia orgánica. A esto se une la baja aplicación de productos agroquímicos para conservar los recursos y preservar el entorno.
Investigación y desarrollo
El café de Costa Rica se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo. Además, ha contado con el apoyo del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), la Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmedo (EARTH) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica, entre otros.
Esto ha propiciado una cultura propia con tradiciones y mitos que forman parte del orgullo popular de estas regiones. Prueba de ello es que el café Tarrazú está clasificado entre los cafés de la especie arábica más finos del mundo.
En definitiva, una taza de café de Costa Rica es única, y si además está preparada por un buen barista, podremos apreciar la diferencia. Si tienes dudas o necesitas hacer alguna consulta sobre este tipo de café, no dudes en ponerte en contacto con Mahogany Specialty Coffee.